El diario alemán Sueddeutsche publicó ayer un artículo muy interesante sobre la situación económica en el Reino Unido. El artículo se titula “Ich wurde noch nie so mies behandelt” lo que viene a significar “No me habían tratado así en la vida”.
Bien, se trata de una joven pareja inglesa que se quejaba al Sunday Times del mal trato que estaban recibiendo por parte de su banco tras un retraso de tres meses en el pago de su hipoteca. El banco llega a llamarles seis veces al día y de muy malos modos presionan para que se hagan efectivos los recibos.Quejas de este tipo se han multiplicado en los últimos meses llegando incluso a oídos del gobierno de Brown que ve como los ciudadanos argumentan que mientras los bancos en los que tienen sus hipotecas les exigen el pago de estas formas tras el primer mes impagado, dichos bancos han recibido ayudas multimillonarias y, tras la aplicación de la política monetaria expansiva tendrán dinero fresco para prestar.Y es que la situación económica en el Reino Unido es más que delicada y las instituciones financieras inglesas tienen “algunos esqueletos en el armario”. Estimaciones de la firma de inversión Sandford Bernstein afirman que las deudas sólo de tarjetas de crédito en el país suman 45 millones de libras esterlinas.En los últimos años, además, se hizo popular el ir al banco a pedir una segunda hipoteca sobre la casa, que con los precios por las nubes de entonces, permitió a muchos ingleses comprarse un coche nuevo, irse de vacaciones o agrandar la piscina. La cruda realidad es que el año pasado, 40.000 británicos perdieron su casa o su piso por no poder hacer frente al pago de la hipoteca y en 2008 se espera que la cifra suba a 100.000.Según el diario Times, el Reino Unido está “sentando sobre una bomba de relojería de quiebras” lo que hace lógico que los bancos presionen para cobrar todo lo posible antes de que no quede nada.
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